harta de las masacres mentales
amenazas y enconvarvadas majaderías
no quiero acentos ni orden
no palabras claramente escritas
quiero el ruido de la calle
de la vida
amo las motocicletas y sus tripulantes
que rompen la luna
con la carcajada y el escape
amo los conciertos de madrugada
los labios ebrios
y la hinchada barriga de cerveza
la tabla skate partiéndose
en el filo de la banqueta,
los rebotes del balón en la cabeza del ramsés
amo infinitamente el rasgueo
apasionado e intenso de la guitarra
amo el ruido
el ruido
el ruido
que mata la calma
y revienta en mi cabeza
solitaria muda
de puntitas
el ruido
que me dice que alguien allá afuera
está vivo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario