harta
del infiernito instantáneo
que dasatan las uñas postizas
de la sangre artificial
del saludo hipócrita
harta
del manoseo cósmico
y la mirada enferma
quimera recién parida por gracia propia
dos caras
moneda y jabón
pala y rastrillo
infierno y paraíso
harta
de pronto sentí que el hastío es nuestro más reciente paraíso.
ResponderBorrarQué poema tan chingóm. Las dos coincidimos en estar hartas. Presto mi tinta, mi compás y mi equipo de geometría a todas esas Floras bravas que te habitan para que dibujen vectores y ángulos con filo sobre tus renglones.
ResponderBorrarTe abraza siempre,
Regina
El beso de Judas se planta en la mejilla al girar la mirada por el recodo que delinea el plástico masticado de falsas voces que se repiten en la fuente turbia del repetido día.
ResponderBorrarEs un sentimiento intenso que hermana...
ResponderBorrarExisten dias de hastanza.
Gracias por compartirlo
Saludos
Claudia
y de repente un día nos daremos aviso de que soñar alivia momentáneamente el hartazgo
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