domingo, marzo 1

el cansado azota el pie en la mesa
desarma radios portatiles y no descubre de donde proviene la voz
su cabeza gira
gira, y se derrumba sobre una aspirina

el sentido de la vida se pierde
en una taza de te
y el inconfesable deseo de dormir y
roncar tan fuerte sin autodespertarse

morir de risa
sacar la lengua
y estirarse tanto hasta desprender las cervicales

el cansado abofetea la almohada
y llora su insomnio.

sábado, septiembre 13

en los últimos 4 meses al menos:

pasta
pastel de carne
pizza
arroz al vino blanco y camarones
diversos guisados con vegetales, frutas y carne
tostadas, sopes, flautas, tacos, tortas...
salmón
trucha
cazón
maco
atún
espada
mero
combinaciones de quesos, vinos y vegetales
ensaladas, corazones de alcachofas
tomate y albahaca
arroz al curry,
banco, mercado, restaurante, playa,sierra
ediciones
más de 200 carteles e invitaciones
te
café
bebidas refrescantes
53 presentaciones literarias
corrección de textos, diseño editorial
llamadas telefónicas
enviado más de 1300 correos
leer, leer, dibujar
resumir, enviar viajar.
escribir, dormir y todo los demás que se me olvida porque ya está hecho...

sábado, agosto 23


deshidratado corazón de ojos negros

domingo, agosto 3

la tristeza asoma sus ojos de poesía
la tristeza se desbarranca en huesos y carnes

desholla las pupilas
y trae consigo la memoria única de los días
en que la mano potenciaba la letra.
Descanse en paz Alejadro Aura.



30 de julio 2008

sábado, julio 12

La calle. Dolor de cabeza. Llanto.
No puedo comprender este transtorno que golpea mi vida. La sien, las sienes punzantes.
Recuerdo claramente el comienzo. Yo era una mujer con alas, planeando sobre las carreteras marinas, por encima de los bosques, hasta avanzar sobre la selva y los cañones. Aterricé y repentinamente me encontré con un arnés invisible que sujeta mis alas al volar. Globo de helio, diente de león...

No me funciona el cerebro y la coordinación de mis manos es una locura, ni se digan los pies cada uno camina cuando le da la gana y para el lado que quiere. Soy más que un desastre la casa en ruinas de un enorme barrio de vencidos y aguilas tuertas, donde la basura esconde su mugrosa grasa, y los olvidados no son estrelllas de cine.

La gente camina a mi lado. Lo urbano no es una taza de café rápido, lo urbano es beber del vaso desechable con los restos de café rápido, urbano no son los camiones que atraviesan la avenida sino el grito de pendejooooo al que cruza la calle por las franjas amarillas.

Pinches alas, ya para qué las quiero, no las puedo quitar ni usar. Yo era una mujer-viento, una tela voladora entre los vivos. Deambulo, con el ego herido, la ropa enorme.

Yo sería minimalista sino tuviera tantos detalles en mi vida. Sino tuviera la mente saturada de llantas, hojas, empaques vacíos, ideas, vasos, latas, servilletas arrugadas, sucias rejas, bardas rotas.

Un cigarrito. Una estrella y por fin nada prohibido.