los rayos disiparán la neblina
fermentarán el abrazo de todas la noches
el cuerpo, no tiene otra salida que el toque eléctrico
la visión etérica y sus transformaciones.
no pedí estremecer la tierra bajo mis pies
ni llamar por tu nombre a la muerte
pero bueno aquí estás, sin cuerpo
sin maldiciones
ni animales redentores.
del sexo: la manoscuridad sin tiempo
parchó la soledad
con el insignificante detalle de estallar
en un nube cargada de luz.
fcr
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