es posible que no seamos felices, a pesar del sol algunas cosas siguen grises.
ellos, yo, somos agua mineral
me he dicho varias veces que no se puede andar por la vida arrastrandose, enseñando la boca torcida, o las manos llenas de cicatrices, que no puedo regodearme en el dolor y sí en la risa, aunque en ella un yunque haga pesada una parte del día.
ellos me miran desde sus tubos de plástico, encuentro la memoria que me hace fortalecer la risa y los musculos de la rabia con la sencilla claridad del agua mineral.
no somos indiferentes y más que revolcarse en la pena, es adentrarse en ella vivir con ella sin sentirla una canallada, una intusa que se pega a las tripas, a las emociones. sino saberlas mezclar.
por eso ellos y yo somos agua mineral.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario