estas eléctricas escaleras
que suben y bajan de tu cerebro al mío
nací bronca
crecí torcida
el lenguaje se me dio arco y flecha
la voz aguardiente y granada
entro y salgo de mi lengua
con el ardor y suavidad de la navaja en la piel
la flor desértica se arma de un cuerpo espinoso
su artera belleza asombra
y diluye cualquier atisbo de rabia
en quien la ama
su dulce carne compensa
la estridencia
de su bronca existencia.
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