En esta Ensenada el infierno baila tambora
y se dice que la destreza es jugar al jackpot

mientras en Oaxaca
la piel arde con pimienta procesada

el silencio duele, la indiferencia masacra

a lo lejos "el pueblo unido, jamás será vencido"
camina y grita la gente en el Riviera
llega a mi mente una imagen que golpea
cruelmente, golpea
surgen los ojos muertos
la miseria y la sopa aguada

¿cuántos muertos van a borrar ahora?
¿cuánto tiempo pasará antes de saber
el paradero de la vida que alguno soñó?

con qué mentira rellenarán los libros de texto,
con qué mafia de comunicadores
taladrarán mañana la lapida
de quienes han resultado muertos
en este país.

¿por qué querer saber,experimentar y crecer causa tantos conflictos entre los hombres?

me pregunto una y otra vez.

la envidia es uno de los grandes males del hombre. lanzados a la vacuidad los envidosos se retuercen internamente y tratan de poner barreras al envidiado por donde sea posible.

la envidia seca al ser humano, lo calcifica, convirtiéndolo en una estructura llena de huecos que pretende llenar con la descalificación del otro, con la prepotencia, con el deseo entumido de ser quien no se es.

la envidia hacia quienes viven una historia diferente a la propia, genera en el envidioso angustia y si tiene más "poder" que el envidiado, utiliza los recursos a su alcance para frenar o entorpecerle el camino.

he visto envidiosos que publicitan sus triunfos en cotos de poder masivos, mientras ponen la bota en la cabeza de su envidiado.
los he visto llenar sus copas de vino, fomentar el clasismo y atribuirse la verdad de la cosas siempre fundamentados en la administración.

panorama desolador para quien desea crecer, pero no más podrido que el envidioso y su odio manifiesto en la mirada.

el envidiado siempre saldrá adelante con poco, difrutable y generador de nuevas ideas.
el envidioso, siempre sentirá esa sequedad por dentro, pues finalmente siempre las nuevas ideas del envidiado le crearán malestares.
fcr