martes, julio 26

harta de las masacres mentales
amenazas y enconvarvadas majaderías

no quiero acentos ni orden
no palabras claramente escritas

quiero el ruido de la calle
de la vida
amo las motocicletas y sus tripulantes
que rompen la luna
con la carcajada y el escape

amo los conciertos de madrugada
los labios ebrios
y la hinchada barriga de cerveza

la tabla skate partiéndose
en el filo de la banqueta,
los rebotes del balón en la cabeza del ramsés

amo infinitamente el rasgueo
apasionado e intenso de la guitarra

amo el ruido
el ruido
el ruido
que mata la calma
y revienta en mi cabeza
solitaria muda
de puntitas
el ruido
que me dice que alguien allá afuera
está vivo.

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