Cuando una gata se va
La Nina
en su origen de maullido, en su paso ya de 15 años, en su rasguño perpetró la imagen y cariño de ser parte de mí familia.
La Nina se fue, asustada, no se si ya esté en el cielo de los gatos o disfrute de otro boyler y otras croquetas en alguna casa de adopción.
La Nina llegó una tarde en brazos de Paty, un regalo viviente para Daniel y para mí.
Le gustaba subirse al hombro de Daniel mientras hacia la tarea, comer el queso de la pizza al menor descuido del dueño.
Jugar con pelotas de todo tipo, atrapar pájaros y ratones, poner en paz a perros abusivos, y asilar en su canasta caninos enfermos.
En más de una ocasión adoptó y alimentó con sus croquetas a gatitos paridos o abandonados en la calle.
Un día la Nina y yo, lloramos en la ventana, un dolor que yo sólo presentí en sus ojos llorosos y su maullido entrecortado.
La Nina escuchaba a Aute con la fascinación del descanso frente a la bocina del estéreo, le gustaban las chuletas ahumadas, pero no el jamón de pavo, ni el tocino, la Nina bebía mucha agua.
La Nina me acompañó cada mañana en el patio trasero de la casa a fumar un cigarro y tomar café, se echaba junto a mi con las patitas al aire y me cerraba los ojos.
La Nina tocaba la puerta para ver si estábamos en casa.
No le gustaba estar encerrada en dentro de la casa, escuchaba la sed de los pájaros desde su trinchera-lavadora.
Le gustaba asustar al repartidor de gas, brincándole desde atrás del boyler.
Le daban miedo las escobas.
Extraño su voz surcando la noche, sus buenos días
extraño a mi entrañable Nina.
En el cielo de los gatos la virilidad de los machos es cercana a las apetecibles descripciones de Xaviera Hollander al respecto. Estate en paz, la nina si si ya llegó allá debe estar más que feliz. No quieres que la próxima vez que valla te lleve un perro tan dulce como el que nos salió en San Luis Río Colorado? Me encantaría volverte a ver perder la cordura.
ResponderBorrarSelene...los perros o perras no son lo mio
ResponderBorrarQuetzalli, ese duelo de la incertimbre, ese luto que se niega a serlo sin cadáver, ese llamar en la calle esperando que la nina recozca su llamado...un día mi gato comerá sandía
ResponderBorrarUn abrazo amiga, la espera continua por la llegada de Nina en este u otro mundo.
ResponderBorrarEstaremos por Tijuana nueve y diez de octubre
algun dia Nina tenia que tomar el autobus hacia ninguna parte, secuestrar el convertible de Thelma y Louise, que esperabas? era tu gata y algo tenia que aprender de ti, una gata ahora pata de perro.
ResponderBorrarFlower Power if u go to San Francisco...
Lei este articulo y me acorde de tus dentros:
http://akurioncuatro.wordpress.com/2008/11/21/las-metaforas-del-cuerpo-en-la-filosofia-de-jean-luc-nancy/
Ayyyyyy =_(, me acorde de la siouxsie, se parecian mucho, ella tambien se fue...
ResponderBorrarVeo crecer a mi gatoaspirina y ahora es una srita que gusta de robar bolsas de pan y ponermelas de trofeo en la puerta de mi recamara
Me mude hace dias
Antes de eso la visitaba un gato blanco, en las noches y se frotaban sus naricitas, en silencio. Cualquier movimiento fortuito disipaba sus encuentros.
Ahora en esta nueva casa, se asoma a la ventana y se acuesta en la entrada de la casa.
Las ausencias siempre estaran queriendonos encontrar la cara.
No lo voy a negar, siento miedo
Un abrazo flora y mucho animo!!
¡Un brindis por la Nina! Esa gata sabia, poeta, buena madre, fiel, que nos acompañó tantas noches en las que construimos y destruimos mundos. Flora, lo siento mucho. Sé de sobra lo que es perder a una amiga de bigote y maullido. La Mu se murió hace tres años y aún la extraño. El viernes adoptaré a un bebé, un gato esfinge de 10 meses con un carácter muy simpático e inquisitivo. Mandaré fotos en cuanto las tenga. No tiene más que una ligera pelusa en lugar de pelo y cuando lo tocas es como tocar una bolsa de agua caliente.
ResponderBorrarCiertamente, la nina nos acompañó noches enteras, entre música, vino, risas, Regina ya vi esas fotitos de tu gato esta impresionante, sus ojos su piel, está increible en verdad parece una esfinge.
ResponderBorrarGracias por tu comentario, recuerdo el encuentro de la Nina y la Sombra...y el estroboscopio